Sonidos de baja frecuencia mejoran la seguridad de vehículos eléctricos
Investigadores del Instituto Americano de Física están dando un paso importante al explorar cómo los ruidos personalizados pueden ayudar a los autos eléctricos a destacar en nuestras ciudades. Esta investigación tiene como objetivo mejorar la seguridad vial y reducir el riesgo de accidentes, especialmente con peatones.
En una reciente presentación, la estudiante de posgrado Mei Suzuki y su equipo mostraron cómo los sonidos a baja frecuencia pueden aumentar la visibilidad y seguridad de los autos eléctricos, sobre todo en calles muy transitadas. Es que, aunque los vehículos eléctricos son más silenciosos que los tradicionales a nafta, este silencio puede ser peligroso. En algunas ocasiones, los peatones necesitan escuchar un aviso sonoro para saber que un auto se acerca.
Las regulaciones actuales exigen que estos vehículos emitan sonidos audibles a bajas velocidades, pero dejan libertad a los fabricantes para decidir cómo sonarán. Esto abre un abanico de posibilidades para crear sonidos mejores y más eficaces.
Cómo se realizó la investigación sobre sonidos
El equipo se centró en diseñar sonidos utilizando onomatopeyas y ruido rosa, un tipo de ruido que tiene predominancia de frecuencias bajas. El objetivo era asegurar que estos sonidos fueran fácilmente perceptibles. Para probar su efectividad, realizaron experimentos en laboratorios y en condiciones reales de tráfico. Los participantes evaluaron los sonidos según su urgencia y facilidad de percepción.
Una de las conclusiones más interesantes fue que la versión de ruido rosa se destacó como la más eficaz. Este sonido, que se caracteriza por sus componentes de baja frecuencia, resulta ser muy resistente a ser cubierto por otros ruidos ambientales. Así, garantiza que los autos eléctricos sean fáciles de escuchar en cualquier situación.
Próximos pasos en la investigación
Los investigadores tienen planes de llevar esta innovación un paso más allá, diseñando sonidos para otros vehículos de micromovilidad, como bicicletas eléctricas y patinetes. En este campo hay mucho por descubrir, y creen que este tipo de avances podría ayudar a disminuir las colisiones con peatones y personas con discapacidad visual, haciendo que nuestras ciudades sean aún más seguras.
La búsqueda de soluciones como estas sigue mostrando lo importante que es adaptar la tecnología a nuestras necesidades cotidianas.